Por Pablo Acquaviva
Que nos encontramos en una situación complicada financiera y económicamente en Chubut, no es ninguna novedad. Lo que aún desconocemos es la magnitud de las consecuencias del grave problema de la gran matriz económica de nuestra provincia, que es la producción hidrocarburifera.
Hace aproximadamente 15 años se viene mencionando de parte de los expertos en el tema petróleo, la desinversión de una de las mayores operadoras que hoy está en retirada.
Con una baja considerable de casi el 20% en este tiempo, sin dudas fue provocando una fuerte retracción de ingresos por regalías que afecta a provincia y municipios (principalmente los que
están dentro de las áreas productivas), que significa menores presupuestos, menor ejecución de obras, retroceso en partidas para ayuda social, etc.
Pero lo que no vienen considerando es la posibilidad de una baja real del gasto político. Allí es donde se nota en estas épocas la concentración de fondos destinados a sostener acuerdos electorales, por lo general en puestos de trabajo “fantasmas” o figuras inventadas de ejércitos de coordinadores que nunca se saben que coordinan.
Este año 2025 se presenta con un escenario adverso que ya el gobernador se encarga de transmitir a los Intendentes que la billetera se administrará con mucho recelo, pero mencionando solo las discusiones salariales de trabajadores municipales y provinciales. Habría que ver si esa reticencia se ve también en los gastos publicitarios cuando nos acerquemos a las elecciones legislativas próximas en todo el país.
El mandatario provincial sabe que este año la inversión será mucho menor a lo que el anuncia en sus discursos plagados de relatos poco creíbles, amenazas al aire, y promesas de diversificación que no llegara en un plazo mediano, y mucho menos al corto plazo para sostener una crisis social que puede llegar a convertirse en un gran problema
Dentro de este problema, y en un contexto de guerra en el mundo donde los acuerdos entre Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita indican que tienen como objetivo repartirse entre ellos el manejo absoluto de la producción petrolera mundial, llevando a mínimos históricos los valores del barril, beneficiando a los planes de Donald Trump para imponer a su país como el máximo productor de no convencional.
Teniendo en cuenta esta situación, el valor del barril Brent que hoy está por debajo de los U$S 68, y bajando de las grandes ligas, pone en una situación muy complicada a la Cuenca del Golfo San Jorge. Ya que las operadoras dejan claro que un barril por debajo de los U$S 70 es inviable pensar en un plan de inversión que pueda volver a poner en marcha la producción.
Los costos de producción en la cuenca se calculan entre los U$S30 y 40, por ser una cuenca madura y requiere mayores inversiones, comparando con el área de Vaca Muerta que allí los costos se calculan entre los U$S 5 y 6
Esta situación no solo se refleja en la baja de ingresos por regalías, en Enero de este año ya ingresaron $2.000 millones menos a las arcas provinciales, sino también en la fuente laboral, y en la caída del consumo en comercios locales.
Nos encontramos en un momento de incertidumbre que las autoridades no ocultan, pero tampoco se nota la voluntad política de convocar a todos los actores sociales y políticos para comprometer a todos a trabajar para buscar soluciones que contengan a una enorme población que se verá afectada con lo que viene
Durante el mes de Febrero, una de las empresas de servicios más importantes de la región como es Halliburton, anunciaba la caída de 290 puestos de trabajo, que aún hoy sostiene más allá de las amenazas del Gobernador y del Secretario General del gremio petrolero. Lo que lo convierte en una decisión irreversible
A esto se suma la versión de la decisión de Pecom, la operadora que a fines de 2024 se adjudicara dos de las áreas que YPF dejaba de operar (Campamento Central y Escalante), de reducir un 30% su personal (unas 300 personas) para avanzar con los proyectos previstos para estas áreas.
En menor medida, pero no menos importante, día a día las pequeñas y medianas empresas presentan propuestas a sus empleados para firmar su salida. Esto lo motiva la caída de contratos, o en algunos casos, el traslado a Neuquén para continuar en esa provincia.
Sin dudas es un escenario complicado, desde hace un año el municipio se encuentra sumando partidas de ayuda social a mucha gente que, aun con ingresos, no pueden sostener los gastos mensuales de alimentos para su grupo familiar. A eso se suma que destina a gremios bolsones de comida para repartir entre los trabajadores desocupados por caída de contratos o paralización de obras.
Aun, como dije antes, no se nota la voluntad política para convocar en los términos que corresponden a una herramienta de participación política como es el Consejo Económico y Social, en provincia y en los municipios más importantes.
Dejanos tu comentario
Su comentario estará disponible a la brevedad.