Un nuevo estudio revela que los pacientes que cursaron un cuadro leve de la enfermedad sufren síntomas cognitivos durante meses. Algunos son similares a los que causa una conmoción cerebral.
El informe, en el cual la edad promedio de los pacientes fue de 43 años, pone de relieve el dato novedoso de que, para muchas personas, el COVID-19 prolongado puede ser peor que las manifestaciones iniciales del contagio. El motivo es la compleja y persistente serie de síntomas que experimentan.
Este mes, un estudio que analizó registros médicos electrónicos de California descubrió que casi un tercio de las personas que sufren de síntomas prolongados de COVID-19 -como dificultad para respirar, tos y dolor abdominal- no tuvieron ninguna manifestación de la enfermedad en los primeros diez días tras haber dado positivo de coronavirus. Encuestas realizadas por grupos de pacientes también revelaron que muchos sobrevivientes de COVID-19 con síntomas de largo plazo nunca fueron hospitalizados por la enfermedad.
En el estudio de Northwestern, muchos experimentaron síntomas que fluctuaron o persistieron durante meses. La mayoría mejoró con el tiempo, pero la variación fue grande.
“Algunas personas están recuperadas en un 95% después de dos meses; mientras que otras, tras nueve meses, sólo tienen un 10% de recuperación”, dijo Koralnik. Los pacientes estimaron que cinco meses después de contraer el virus, se sentían recuperados en sólo un 64%.
En todo el país, los médicos que tratan a personas con síntomas neurológicos posteriores al COVID-19 afirman que las conclusiones del estudio reflejan lo que han visto.
“Debemos tomar esto en serio”, dijo la Dra. Kathleen Bell, presidenta del departamento de Medicina Física y Rehabilitación del Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas, que no participó en el nuevo estudio.
“Podemos dejar que las personas empeoren y la situación se complique más o podemos darnos cuenta de que tenemos una crisis”.
Bell y Koralnik dijeron que muchos de los síntomas se parecían a los de personas que habían tenido conmoción cerebral o lesiones cerebrales traumáticas o que habían experimentado “niebla mental” tras recibir quimioterapia.
En el caso del COVID-19, dijo Bell, los expertos creen que los síntomas son resultado de “una reacción inflamatoria al virus” que puede afectar tanto al cerebro como al resto del cuerpo. Y, según Bell, es lógico que algunas personas experimenten múltiples síntomas neurológicos al mismo tiempo o en cúmulos, porque “el cerebro tiene un espacio limitado y hay mucho solapamiento” en las regiones responsables de diferentes funciones cerebrales.
“Si uno tiene alteraciones inflamatorias, bien podría experimentar efectos cognitivos y efectos emocionales. Es muy difícil tener un problema neurológico sin tener varios”, detalló.
Además de los síntomas neurológicos, el 85% de los pacientes sufría fatiga y casi la mitad tenía dificultad para respirar. Algunos también tenían dolor de pecho, síntomas gastrointestinales o frecuencia cardíaca o presión arterial variables. Casi la mitad de los participantes sufría depresión o ansiedad. Fuente Clarín
Dejanos tu comentario
Su comentario estará disponible a la brevedad.