RAWSON
En una luminosa y calurosa tarde veraniega, familiares, vecinos, concejales y autoridades municipales participaron del acto de imposición del nombre Alejandro Santiago Pereyra Germillac al playón deportivo del área 23, barrio 3 de abril.
Dicha decisión está contenida en la ordenanza 8118 sancionada por el Concejo Deliberante el pasado 3 de diciembre y promulgada por el intendente Damián Biss el 17 del mismo mes y año.
Asistieron a la ceremonia, la madre del niño, Claudia Germillac junto a su hija Rocío. También participó Marcela Muñoz, portera de la Escuela 190 a la que concurría el recordado vecino, que trágicamente dejara de existir, a raíz de un fatal accidente, en el año 2018 como reseña la ordenanza mencionada.
Por el Concejo Deliberante concurrieron los concejales Iris Otero; Norma Medina y Anahi Olivera junto a Sandro Fullone y Federico Figueroa, todos del bloque Arriba Rawson. Los acompañó además el edil Germán Gusella de Despertar Rawsense y el secretario legislativo Brian Wirz. Por el Ejecutivo Municipal se hizo presente el coordinador de asociaciones vecinales, Martín Chavero.
Ese playón que ahora lleva el nombre de Ale, era el lugar habitual de juego de Ale, con sus amigos. “Me voy a la canchita” solía decir y se entremezclaba a jugar al futbol con los chicos del barrio disfrutando de esa alegría que siempre caracterizo a su personalidad.
Sus padres, pese al inmenso dolor de perder a su hijo en ese fatídico momento de su vida, adoptaron una actitud solidaria y humanitaria y autorizaron la donación de órganos del niño.
La ceremonia fue de un rápido desarrollo, pero muy emotiva. Se descubrió una placa recordatoria donde reza el nombre de Alejandro. SU familia recibió de manos de los ediles presentes una copia de la ordenanza uq e lasigna el nombre del recordado niño a ese espacio público.
La portera Muñoz recordó que surgió de los propios vecinos la decisión de evocar al vecino y que el trámite se inició ante el Concejo Deliberante que hizo lugar a lo solicitado. También la edil, Otero, que preside la Comisión Nomencladora que lleva adelante dichos trámites se mostró muy satisfecha de haber podido cumplir con el deseo de los vecinos.
Finalmente, Claudia Germillac, muy emocionada, con lágrimas en los ojos, recordó que su hijo nació en Esquel y que a los seis años vino a vivir con su familia al barrio. Recordó la pasión que despertaba en su hijo el fútbol y las horas de alegría vividas en ese lugar que ahora lleva su nombre.
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