Ya delinean ideas para pulir el proyecto del PRO a pesar de la oposición de Santiago Caputo y referentes de la militancia propia. El boceto que se trataría en una comisión con distintos actores. El rol Alejandro Fargosi, que militó en PRO con Patricia Bullrich. En principio, no entraría en el temario de las sesiones extraordinarias
La mayor parte de las medidas del gobierno de Javier Milei son consensuadas o ideadas por Santiago Caputo, el principal asesor del Presidente, que a su vez, delega su diseño jurídico en la lapicera de la secretaria de Planeamiento Normativo, María Ibarzábal. Pero en el caso de la versión libertaria del proyeto que anunció el vocero Manuel Adorni el viernes, el consultor estuvo inusualmente en desacuerdo, y el diseño de la medida estará a cargo del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El proyecto para prohibir las candidaturas de dirigentes políticos condenados en casos de corrupción divide aguas en el oficialismo, o, como mínimo, genera dudas. El propio Francos, la misma noche de la caída de Ficha Limpia, explicó por qué él mismo cuestionaba la iniciativa tal y como estaba redactada, por considerarla una forma de proscripción a Cristina Kirchner.
Santiago Caputo le expresó su disidencia a Milei. Y la tropa de militantes más conocidos de LLA, como Daniel Parisi, alias Gordo Dan, o Agustín Romo, que trabajan con él, manifestaron a coro su desacuerdo públicamente, con una serie de argumentos que expresaron en redes o en sus canales de streaming.
Los planteos varían según el caso, pero los detractores libertarios alegan que este tipo de medida conlleva el riesgo de que el Poder Judicial se entrometa en el sistema electoral y, por consencuencia, en los otros poderes. Dicen que prefieren ganarle legítimamente al kirchnerismo en las urnas, y no en la Justicia. Y, desde el punto de vista de la estrategia electoral inmediata, alertan que le daría una excusa para “victimizarse” a Cristina Kirchner, cuya condena en la causa de Vialidad acaba de ser ratificada.
Además, establecen comparaciones con el caso de Brasil, donde Lula da Silva regresó al Palacio del Planalto con una campaña basada en la persecución judicial en su contra; y Jair Bolsonaro no pudo ser candidato justamente por su comprometida situación en la Justicia.
En la Casa Rosada descartaron que la insistencia del jefe de Estado con la propuesta se deba a un intento de conciliar con PRO, que manifestó por diestra y siniestra su descontento con la falta de acompañamiento del oficialismo. “No es por Mauricio, es porque cree en esto”, insistieron. En la fuerza de Macri, donde están incómodos por una larga lista de temas, lo tomaron como un gesto, e incluso una reivindicación luego de que las cuentas violetas de redes celebraran su tropiezo.
Fuente Infobae
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