PRECIOS DE LOS ALIMENTOS
Economistas privados estimaron que las principales subas volvieron a darse en frutas y verduras, pese a que también avanzaron la carne y los lácteos; impacto de los combustibles
Apesar de la caja de herramientas desplegada por el Gobierno –controles, congelamientos, acuerdos, fideicomisos y amenazas de mayores retenciones–, el precio de los alimentos volvió a correr en febrero por encima de la inflación, que se habría mantenido en niveles muy elevados, cercanos al 4%.
El alto piso del precio de los alimentos es una situación compleja para el oficialismo teniendo en cuenta que la pobreza en el país ronda el 40% (ver aparte) y que además está inscripto ahora en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania, hecho que amenaza con empujar más los precios internacionales que la pandemia. Ese mismo conflicto impulsa también el valor del gas a nivel global. La negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), de hecho, está aún empantanada por el debate entre el organismo y el Ministerio de Economía sobre las tarifas de luz y gas para 2022.
El incremento del 20% a esas tarifas dispuesto para marzo por el ala más cristinistas del frente de Todos suman una presión extra a la suba de precios en un mes que suele ser estacionalmente elevado, sobre todo, por el arranque de las clases en todo el país. Por eso, el Gobierno incluso postergó en las últimas horas un alza del precio de los combustibles (subía el impuesto interno).
Una relevamiento entre las consultoras privadas que suelen estimar las subas mensuales de precios indicó que la inflación de febrero habría sido similar a la de diciembre y enero, y habría cerrado levemente por debajo del 4% empujada por el precio de los alimentos. Otra vez, las frutas y verduras, según los especialistas, fueron las que más empujaron, aunque los productos lácteos, aceites y carnes habrían estado por encima del nivel general de algunas de las encuestas.
No por nada, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, ya advirtió que viene trabajando con el Mercado Central en un fideicomiso para moderar los saltos estacionales en los precios de los frescos. También señaló sobre la necesidad de desacoplar los precios locales de los internacionales. Por eso, empuja un fideicomiso del maíz y el trigo con un fuerte rechazo de los productores del campo. El funcionario ya afirmó que quiere que esté funcionando desde abril próximo.
El preacuerdo con el FMI implica que las anclas nominales del año pasado –tarifas y dólar– comiencen a moverse al son de la inflación, lo que complicaría nuevamente la situación de los ingresos este año. El Gobierno buscan fijar expectativas en torno al 40% (ese porcentaje pidió Claudio Moroni para las paritarias; ese porcentaje busca impulsar Martín Guzmán para las tarifas). Sin embargo, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) estima una inflación este año superior a la de 2021, en torno al 55% o 57%. Varios analistas ya trabajan con 60%.
Fuente: LN
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