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Preocupación por la baja de ingresos que complica el cumplimiento del déficit cero


  • Miércoles, 03 de Abril de 2019

Este viernes el directorio del Fondo Monetario Internacional analizará el cumplimiento de las metas establecidas en el acuerdo Stand By suscripto por Argentina. Se estima que el resultado de la reunión será la aprobación del tercer desembolso (más de u$s 10.000 millones) que se haría efectivo en la próxima semana.



El informe que presentará la titular del organismo Christine Lagarde al Board seguramente contemplará la modificación hacia el alza de la inflación y probablemente un recorte en la estimación del crecimiento. El FMI estimaba que el PBI caería este año -1,7% y la inflación en 30%.

Asimismo y según trascendió el organismo multilateral está viendo con preocupación la merma en el nivel de ingresos fiscales producto de la recesión y en este sentido les preocupa el alto nivel de las tasas.

Cabe recordar que a mediados de diciembre en el informe de la segunda revisión el Fondo sostenía “El peso se ha estabilizado y, a pesar de que continúa siendo elevada, la inflación ha empezado a bajar, a medida que se desvanecen los efectos de la depreciación del peso. Con todo, la economía argentina aún se está contrayendo y continúa siendo vulnerable a los giros de la actitud de los mercados. Se prevé que la actividad económica comenzará a recuperarse en el segundo trimestre de 2019”.

Estos pronósticos, en particular los referidos a la inflación no se han cumplido y el informe al Board deberá hacer alguna referencia a este tema. Hoy la mayoría de los estudios económicos ya proyectan para este año una inflación entre 35% a 40% muy lejos del 23% estimado por el equipo económico bajo la conducción de Nicolás Dujvone.

En el Palacio de Hacienda se trabaja activamente en la elaboración de los números necesarios para brindar una información clave para el Fondo Monetario Internacional: el cierre de los números fiscales del primer trimestre del año. Según señalaron fuentes oficiales a ámbito.com, si bien se produjo una reducción de los gastos, también se experimentó una caída en los recursos que lleva a que, en principio, las cifras estén “muy ajustadas”.

Al respecto, cabe recordar que en marzo la recaudación impositiva tuvo una suba del orden de 37%, es decir unos 10 puntos por debajo de la inflación estimada por consultoras privadas para los últimos doce meses (53%).

Recesión

La meta fiscal es la que más observa el FMI y de su cumplimiento depende el futuro de los desembolsos que hacia mediados de año tiene previsto el organismo multilateral. La recesión está complicando la marcha de los ingresos. Más aún, se comenta que los técnicos del Fondo están preocupados por el alto nivel real de las tasas de interés y su impacto sobre la actividad que, según entienden, difícilmente pueda mantenerse por más de un año.

No obstante, en medios oficiales confían en que la magnitud del ajuste que está llevando adelante el Gobierno y el respaldo político con que cuenta del exterior descarta inconvenientes en los próximos desembolsos.

Al respecto, noticias provenientes de Washington, donde tiene su cuartel el organismo multilateral, señalan que los técnicos del Fondo ponderan que haya evolucionado mejor de lo previsto la cuenta corriente del balance de pagos y el refinanciamiento de la deuda pública de corto plazo, aunque no dejan de advertir mayores riesgos de refinanciación a partir del segundo semestre, a medida que se acerquen las elecciones presidenciales.

Los analistas del FMI, según trascendió, observan que países como Ecuador, que tienen peores fundamentos económicos que la Argentina, sin embargo, muestran una curva de la deuda soberana en dólares se ubica 200 puntos básicos por debajo de los rendimientos que ofrecen los bonos argentinos.

Esta brecha reflejaría el “riesgo político” de la eventual candidatura de Cristina de Kirchner, según comentarios reservados de los técnicos. De ahí que si la viuda de Kirchner no se presentara, podría esperarse una caída en el diferencial, aunque los analistas del organismo no creen que la Argentina pueda llegar a la sobretasa de 350 puntos básicos que tuviera en 2017, hasta tanto no se avance en reformas estructurales.

De todas formas, la segunda parte del año sería un período de “manejo de crisis”, por la incertidumbre política, y sólo después de la asunción del próximo gobierno sería posible comenzar con las reformas estructurales que espera el FMI.

Fuente: Ámbito Financiero

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