El evento incentiva el turismo interno y regional, con visitantes de localidades cercanas y de otras provincias, que llegan atraídos por la propuesta cultural y fortalecen la economía local.
La Feria del Libro de Comodoro Rivadavia se consolida año tras año, no solo como un evento de relevancia cultural, sino también como una verdadera plataforma de desarrollo económico local, que beneficia a la ciudad en múltiples niveles y sectores.
Con más de 53 stands en su actual edición, la Feria genera un amplio circuito de empleo y actividad comercial que involucra a libreros, editoriales, imprentas, diseñadores, técnicos, artistas, montajistas y a una variedad de profesionales vinculados al mundo del libro y la cultura. Además, dinamiza servicios esenciales como logística, transporte, gastronomía, hotelería, limpieza y seguridad, provocando un impacto económico real y positivo.
En ese sentido, la Secretaria de Cultura, Liliana Peralta, expresó que “la Feria del Libro no solo es una celebración de la palabra y la lectura, sino también una herramienta poderosa para el desarrollo económico local. Cada edición moviliza cientos de actores culturales y comerciales, y posiciona a Comodoro como un centro cultural de referencia en la región patagónica. Nos enorgullece ver cómo el trabajo colectivo da resultados concretos, tanto en lo simbólico como en lo productivo".
“La gran convocatoria de público y el testimonio de los expositores, nos confirman que la Feria es un espacio vivo, con un enorme valor simbólico, educativo y económico. Ese es el camino que queremos seguir impulsando: una ciudad que crece desde la cultura”, puntualizó la funcionaria.
Esta oportunidad es clave para editoriales y autores independientes, quienes pueden mostrar y vender sus publicaciones, establecer vínculos y expandir su alcance.
También permite visibilizar el trabajo de escritores, ilustradores, docentes y librerías que forman parte del ecosistema cultural.
La circulación de ideas, el acceso a contenidos diversos y los múltiples espacios de formación y reflexión que se proponen en la Feria, refuerzan lo que se conoce como la economía del conocimiento, apostando al crecimiento intelectual y creativo de la comunidad.
Articulación y compromiso colectivo
La Feria se sostiene gracias a una fuerte articulación entre el sector público y privado, involucrando a instituciones, empresas, colectivos culturales, emprendedores y trabajadores, en una experiencia compartida que enriquece el entramado social y económico de la ciudad.
Al respecto, Gustavo Calcaterra, de la librería especializada Búhos Rojos Libros (Córdoba), afirmó que “hace diez años que participamos de esta Feria. El primer fin de semana fue muy bueno, vino muchísima gente y tuvimos excelentes ventas. Se vendieron muy bien los libros de temáticas como dinosaurios, animales salvajes y el espacio. Ahora esperamos con muchas expectativas el segundo fin de semana, que siempre es más fuerte”.
En concordancia, representante de la editorial El Ateneo en la ciudad y gerente de Yenny, Víctor Igor, destacó que “fueron dos días muy concurridos. La gente se mostró entusiasmada, con ganas de buscar y llevar libros. Tuvimos la presentación de Santiago Esperanza con Egresados, que atrajo a muchas familias. Es una verdadera fiesta cultural, y las ventas fueron muy buenas. Esperamos que el próximo fin de semana vuelva a explotar como los primeros tres días”, finalizó.
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