A medida que nos acercamos al final de un año laboral intenso, es común sentirnos exhaustos, física y emocionalmente. El tan mencionado burnout está más presente que nunca, afectando a trabajadores de todo el país.
Este fenómeno, definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se refiere a un estado de agotamiento extremo, generado por el estrés laboral. En Argentina, según informes recientes, un gran porcentaje de empleados experimenta este agotamiento, lo que impacta su productividad y bienestar.
El burnout no es simplemente estar cansado, es un trastorno que incluye agotamiento emocional, despersonalización y una baja notable en el rendimiento laboral. Aparece a lo largo del tiempo, y puede derivar en problemas de salud mental si no se atiende a tiempo. Es clave reconocer las señales.
Estas son: pérdida de motivación, irritabilidad, agotamiento generalizado y dificultad para desconectar del trabajo.
Desde la ICF (Asociación internacional del coaching), se recomiendan algunas estrategias clave para evitar o sobrellevar este agotamiento tan característico:
Identificar los límites: Aprender a decir "no" y establecer barreras claras entre el trabajo y la vida personal es fundamental. Esto ayuda a prevenir la sobrecarga y a mantener el equilibrio.
Desconexión tecnológica: La hiperconectividad, aunque no se note, contribuye al agotamiento. Es necesario reducir el uso de dispositivos fuera del horario laboral y dedicar tiempo a actividades recreativas que te permitan recargar energías.
Planificación y pausas: Organizar las tareas diarias y hacer pausas regulares puede marcar la diferencia. Tenemos que aprender a incorporar descansos cortos en la jornada para mantener el bienestar y la productividad.
Cuidar el bienestar emocional: Es fundamental tomarse tiempo para actividades que disfrutes, como leer, caminar, ver a un ser querido o simplemente desconectar y respirar aire unos minutos.
Pedir ayuda: Aceptar que no se puede con todo es el primer paso. Hay que tomar conciencia en que a veces debemos apoyarnos más en los demás y construir una red de contención tanto dentro como fuera del trabajo.
El coaching puede ser una herramienta clave para prevenir el burnout y gestionar el estrés de forma más efectiva. Con las estrategias adecuadas, es posible terminar el año con más energía y bienestar.
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