El Presidente electo decidió que un libertario puro conduzca el cuerpo, en lugar de los candidatos de Pro, Cristian Ritondo, impulsado por Mauricio Macri, y del peronismo disidente, Florencio Randazzo, de buena relación con Guillermo Francos.
Después de dos semanas de intrigas, empujones con el Pro y coqueteos con el peronismo disidente, Javier Milei decidió que un libertario “puro”, de apellido ilustre en el ideario de La Libertad Avanza, conduzca la Cámara de Diputados. El riojano Martín Menem es el elegido del presidente electo para hacerse cargo de uno de los lugares principales del Congreso, clave en las negociaciones con los otros partidos, en el impulso de la agenda legislativa del Ejecutivo, que está ubicado en la línea sucesoria del poder.
El diputado electo es hijo de Eduardo Menem, senador nacional por más de 20 años, y sobrino de Carlos Saúl, que gobernó dos veces La Rioja y presidió la Nación durante 10 años. Sin embargo, decidió volcarse a la política hace sólo dos años, en 2021, de la mano de Milei, a quien había conocido por su actividad privada. Hasta entonces, si bien se recibió como abogado, se había dedicado exclusivamente al mundo empresario, como emprendedor en el rubro de la suplementación deportiva.
A pesar de que su falta de experiencia política, estuvo cerca de ser candidato por el Pro -aunque eso nunca se concretó-, y mantiene buena relación con los amarillos que, más allá de sus ambiciones de poder en la Cámara, lo elogian en reserva. Milei, admirador de su tío, le tiene especial aprecio, y en su entorno venían advirtiendo desde hace días que lo veían con buenos ojos, aunque mantenían la cautela. Hoy se confirmó, después de que el resultado de las elecciones en su provincia le alcanzara para hacerse de una banca nacional, que a partir del 10 de diciembre tendrá bajo su mando la conducción de la Cámara.
Al elegir a un representante de la tropa propia, Milei disminuyó las posibilidades de compartir el poder con Mauricio Macri, lo cual podría minar aún más la relación con el ex presidente, decepcionado por la falta de participación en el nuevo gobierno a pesar del apoyo electoral que le entregó en octubre. El presidente electo da la señal de que apuesta por cosechar fuerza propia, a pesar de que desde el balotaje en ambos espacios se habían ilusionado progresivamente con que se los alzara en el poder de ese cuerpo a cambio de votos, a futuro, en las discusiones en comisión y sobre tablas.
El lunes por la noche, el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, que trabaja muy cerca de Milei y talla fuerte en la discusión sobre la distribución del poder en el ámbito legislativo, había convocado a varios diputados de LLA para escuchar sus inquietudes. En ese encuentro mostró su inclinación por un peronista, mientras crecían los rumores sobre Florencio Randazzo. Pero los libertarios tenían otros planes.
Ese día se mostraron convencidos de que tienen capacidad para poder consensuar respaldos con otros sectores políticos, para darles así viabilidad parlamentaria a los proyectos del Ejecutivo. “No creemos que los otros candidatos que están en la palestra y quieren ocupar el sillón de la presidencia entiendan bien. Necesitamos que sea un liberal, que además es lo que el pueblo eligió”, dijo una diputada electa más temprano.
Apenas después de que se confirmó la noticia, Mauricio Macri publicó un tuit de apoyo a Milei, después de varios días de roces subterráneos. En su mensaje dijo que lo pone “contento” las designaciones de dos referentes que trabajaron como ministra de Seguridad y secretario de Finanzas durante su gobierno, Patricia Bullrich -que irá a la misma cartera y Luis “Toto” Caputo -que se hará cargo del Ministerio de Economía. “Les deseo a ambos el mayor de los éxitos en este compromiso personal que asumen. El éxito de Javier Milei es lo que deseamos todos los argentinos de bien”, dijo el ex mandatario para poner paños fríos en la relación con el mandatario electo.
Fuente: Infobae
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