En los restos humanos encontrados se visualizaba un tatuaje de rosa color verde y roja con una inscripción ilegible, que posteriormente familiares del desaparecido reconocieron.
Diego Barría había desaparecido el 18 de febrero, cuando había salido con su cuatriciclo en la zona de playa cercana al paraje Rocas Coloradas. Unos días después hallaron el cuatriciclo y el casco rotos, aparentemente por un accidente.
A partir de allí se sucedieron las búsquedas, por tierra y aire y cerca del fin de semana creció la versión de que a Barría se lo podría haber llevado la marea, aunque sin mayores precisiones, más una suposición que otra cosa, incluso en inmediaciones de Rocas Coloradas habían hallado los lentes de sol de Barría, pero este domingo la cuestión cambió de una manera macabra.
A la una y media de la madrugada, pescadores dieron aviso a la delegación Caleta Córdoba de la Prefectura Naval, que habían pescado tres tiburones y que en el vientre de uno de ellos encontraron restos humanos, por lo que de inmediato se dio aviso a la Prefectura, se trasladó Criminalística al lugar y la justicia definió el envío de los restos a la morgue judicial.
En su relato, los pescadores dijeron hallar tres restos de dermis, grasa y carne humana. Asimismo se divida en un resto un tatuaje de rosa color verde y roja con una inscripción ilegible, por lo que se convocó a familiares del desaparecido, quienes reconocieron el tatuaje correspondiente a Diego Barría.
Los restos hallados corresponden a una de las extremidades de Barría y el tatuaje tonalidades rojo y verde también, con lo que el caso que tuvo en vilo a Comodoro Rivadavia la última semana quedó esclarecido de manera macabra.
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