Alberto Fernández evalúa incluir el proyecto en una prórroga de las sesiones ordinarias o incluso en extraordinarias, pero el bloque del Frente de Todos en Diputados aún no recibió ninguna orden y ratifica que estaría muy complicado juntar los votos necesarios
En medio de las fuertes tensiones internas con el kirchnerismo por la eliminación de las PASO, el reclamo de una suma fija para recomponer los salarios y la disputa por el armado electoral para el 2023, la Casa Rosada analiza la forma de avanzar en el corto plazo con dos proyectos en la Cámara de Diputados.
Tanto la iniciativa para cobrar un impuesto a la Renta inesperada como el proyecto de ley de Agroindustrias están desde hace meses trabadas en el Congreso por la falta de consensos con la oposición y la dificultad de convencer a los bloques aliados que suelen ayudar al oficialismo a conseguir el quórum. Los problemas para unificar al oficialismo también conspiran contra los objetivos de Alberto Fernández.
La semana pasada, la vocera presidencial Gabriela Cerruti había dejado en claro algunas de las prioridades para el Poder Ejecutivo: defendió las PASO e incluso descartó la posibilidad de incluir el tema para un eventual llamado a sesiones extraordinarias; a su vez, reclamó al Congreso tratar el proyecto presentado hace cinco meses por el ex ministro Martín Guzmán.
“El Gobierno envió en junio de este año el proyecto de Renta Inesperada que quiere que se discuta en el Congreso y que está vigente en otros países con muy buenos resultados”, señaló Cerruti en conferencia de prensa.
También detalló que “tiene que ver precisamente con que aquellos que han tenido renta extraordinaria debido a situaciones trágicas de la humanidad, como la guerra y la pandemia, puedan hacer el aporte a través de un gravamen”, y aseguró que “significa mayores ingresos para el Estado que van a poder ser redistribuidos en las políticas que muchos sectores están reclamando”.
Por su parte, el proyecto de ley de Agroindustria apunta a consolidar el desarrollo de la cadena sectorial a partir de la promoción de nuevas inversiones, la creación de 700.000 nuevos puestos de trabajo hasta 2030 y la incorporación de tecnologías de última generación a partir de una serie de beneficios fiscales e incentivos productivos.
La Casa Rosada evalúa una prórroga de las sesiones ordinarias para tratar ambas iniciativas antes de fin de año. Sin esta prórroga, los diputados tienen hasta el 20 de noviembre para dictaminar los proyectos, lo que acorta demasiado los tiempos y hace casi imposible entablar una negociación con los bloques más chicos.
En caso de no poder avanzar por esta vía, desde el entorno de Alberto Fernández dijeron a este medio que también analizan la posibilidad de incluir estos proyectos en las sesiones extraordinarias. La definición del temario es potestad exclusiva del Ejecutivo.
Fuente Infobae
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