Un grupo de científicos calculó el exceso de mortalidad y concluyó que en el mundo son tres veces más de los registrados. Qué pasó en Argentina.
¿Cuántos muertos dejó hasta ahora realmente el Covid el mundo? Según una investigación publicada este jueves en la revista The Lancet, serían tres veces más que los registrados oficialmente: 18,2 millones hasta diciembre de 2021.
El estudio, realizado por más de un centenar de investigadores del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, es el primer cálculo del exceso de muertes provocado por el Covid que aparece en una revista revisada por pares y fue financiado por la fundación de Bill y Melinda Gates. Ya había hecho estimaciones The Economist con resultados similares, y la Organización Mundial de la Salud publicará su propio cálculo a fin de mes, anticipa Nature, otra de las revistas de más peso en la comunidad científica.
“Aunque las muertes reportadas por Covid-19 entre el 1° de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 totalizaron 5,94 millones en todo el mundo, estimamos que 18,2 millones de personas murieron a causa de la pandemia (medida como exceso de mortalidad) en ese período”, señalan los investigadores en el comienzo de su estudio.
El exceso de mortalidad debido a la pandemia se define como la diferencia entre el número de muertes (medidas por todas las causas de mortalidad observadas o estimadas) y el número de muertes que se esperaba hubieran ocurrido en ese período basándose en las tendencias de años anteriores. “Es una medida crucial del número real de víctimas de la pandemia”, remarcan los investigadores.
¿A qué se debe esa abismal diferencia de más de 12 millones de muertos entre los oficiales y los reales según el IHME? A varias razones. En primer lugar, es un problema global que alcanza a países con distinto grado de desarrollo, aunque las naciones con peores índices de exceso de mortalidad entre 2020 y 2021 fueron las andinas y las ubicadas en Europa oriental y central, y en el sur de África subsahariana.
La que está peor en la estadística es Bolivia, donde se registraron oficialmente 19.700 muertos y el cálculo más conservador del IHME arroja al menos 130.000 muertos y un promedio de 161.000.
Las causas del subregistro
Los expertos enumeran cinco causas de por qué un fallecimiento por Covid no se registra como tal. Una de las principales es justamente que muchos países sólo los anotan así con un test de SARS-Cov2 positivo, y que muchas muertes por Covid se pierden en lugares con baja capacidad de testeo. “Al comienzo de la pandemia, antes de que los test fueran masivos, muchas muertes de personas mayores en países de altos ingresos, particularmente en residencias, no se atribuyeron al Covid, con la evidencia de un subregistro en muchos lugares”, explican.
Así, en Italia, por ejemplo, los muertos oficiales son 137.000 contra 259.000 en promedio, y en España las cifras son 98.900 contra 162.000.
También apuntan que según cada país varían mucho los sistemas de registro y la definición de muerte por Covid, y que incluso dentro de la comunidad médica global no hay acuerdo universal sobre cuándo la muerte de una persona infectada con el virus debe ser reportada como una muerte debida al virus.
“En cuarto lugar, otros factores, incluidas las consideraciones políticas, parecen haber impedido la notificación precisa de las muertes en algunos lugares. En quinto lugar, la magnitud y distribución de muchas otras causas de muerte podrían haber cambiado debido a las respuestas sociales, económicas y conductuales a la pandemia, incluidos los confinamientos estrictos”, siguen.
Todo esto configuró un escenario en el que un porcentaje muy significativo de las muertes derivadas del Covid-19 no fueron diagnosticadas de forma eficiente. Además se sumaron las personas que tenían otros problemas médicos y que, como consecuencia de la pandemia, no pudieron recibir cuidados sanitarios adecuados. Y en este sentido, advierten que el efecto de estos cambios y retrasos en la atención por el Covid podría tener un impacto mucho mayor en los años venideros.
La situación de Argentina
Respecto de nuestro país, el informe lo pone en el promedio: no lo destaca ni por positivo ni por negativo, y se limita a informar los datos. ¿Qué muestran esos datos?
Los fallecidos por Covid en Argentina son 127.000. A diciembre eran 117.000, con una tasa de 137,5 muertos por Covid por cada 100.000 habitantes (a lo largo de la pandemia nuestro país siempre se ubicó con una alta tasa de mortalidad según este indicador). Los investigadores estiman que los muertos reales por Covid fueron entre 125.000 y 165.000, lo que da un promedio de 142.000 fallecidos. Es decir, un 21% más de muertes en promedio.
En julio del año pasado, el Ministerio de Salud de la Nación había difundido su propio informe sobre el exceso de mortalidad en 2020. Entonces, había calculado que los fallecimientos se habían ubicado un 10,6% del umbral esperado y que esas muertes en exceso estaban todas vinculadas con el Covid, remarcando que Argentina desde el principio cargó todas las muertes asociadas al Covid para garantizar "transparencia de los datos" y que no se atribuyeran a otras causas decesos vinculados con la pandemia.
El problema de los datos
Para construir sus estimaciones, el IHME analizó información estadística de fuentes nacionales e internacionales. Y admite que se encontraron con problemas de datos. El subregistro de muertes, dicen “es común en la mayoría de los sistemas de registro civil, especialmente en aquellos fuera del grupo de países de ingresos altos”. Otro es el delay en la carga de los fallecimientos, que también afectó a la Argentina. Por ejemplo en Estados Unidos, un país con una cultura de la estadística mucho más robusta, se encontraron con que los datos del registro civil tardan cinco meses en estar completos.
En base a todos estos resultados, los investigadores concluyen que “la magnitud total de la pandemia de Covid-19 ha sido mucho mayor en 2020 y 2021 de lo que indican las muertes notificadas” y resaltan que el coronavirus es “potencialmente una de las principales causas de mortalidad” en los últimos dos datos.
Reconocen que hace falta más investigación para determinar las causas exactas de muerte y cómo se vincularon con el Covid (si de manera directa o indirecta). Y señalan la necesidad de “encontrar formas de fortalecer los sistemas de notificación de muertes y mitigar las barreras políticas”, ya que destacan que “la notificación precisa será importante para rastrear y monitorear la continuación de la pandemia de Covid-19 y los eventos pandémicos futuros”.
Fuente: Clarín
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