• Jueves, 21 de Noviembre de 2024

Un país artificial que dejará de existir


  • Jueves, 03 de Marzo de 2022

A continuación se transcribe una columna de opinión de Pablo Garay, abogado en derecho internacional, sobre la situación que se vive en Ucrania y que enfrenta a las potencias mundiales. En el artículo se realiza una síntesis de la historia de esa región que se remonta a siglos A.C. hasta los momentos actuales.



Historia temprana

Los asentamientos humanos en el territorio de Ucrania se remontan al 4500 AC cuando la cultura neolítica de Cucuteni o de Tripilia floreció en un área que abarcaba partes de la Ucrania moderna y toda la región del Dniéper-Dniéster. En la Edad del Hierro, la tierra fue habitada por cimerios, escitas y sármatas.​Entre los años 700 a. C. y 200 a. C., el territorio de Ucrania formó parte del Reino Escita. Desde el siglo VI a. C., se fundaron colonias de la Antigua Grecia, Roma y del Imperio bizantino, tales como Tiras, Olbia y Germonasa, las cuales perduraron hasta el siglo VI d. C.

 

 

Según varios historiadores antiguos Ucrania era el granero de Grecia; afirmación confirmada por los numerosos silos de trigo que se han encontrado en la región y que atestiguan la importancia del comercio de cereales desde el siglo VI a. C. 

Desde el 370 DC los godos permanecieron en el área, pero terminaron bajo el dominio de los hunos. En el siglo VII d. C., el territorio este de Ucrania formó parte de la Antigua Gran Bulgaria pero, a finales del siglo, la mayoría de las tribus búlgaras emigraron en direcciones diferentes y la tierra cayó en manos de los jázaros.

 

 

En el siglo IX, gran parte del territorio de la Ucrania moderna estaba poblado por los Rus', quienes fundaron la Rus de Kiev, la cual abarcaba casi todo el territorio de las actuales Ucrania, Bielorrusia y la Rusia Europea. Durante los siglos X y XI, se convirtió en el Estado más grande y poderoso de Europa. En los siglos siguientes, sentó las bases para la identidad nacional de ucranianos, bielorrusos y rusos. Kiev, la capital, se convirtió en la ciudad más importante del Estado. Según varias crónicas, la élite de la sociedad Rus estuvo formada al principio por varegos procedentes de Escandinavia. Más tarde los varegos fueron asimilados por la población eslava local y formaron parte de la primera dinastía de la Rus, la dinastía Rúrik. La Rus de Kiev estaba formada por varios principados gobernados por los príncipes Rúriks, que estaban relacionados entre sí. El trono de Kiev, el más prestigioso e influyente de todos los principados, se convirtió en objeto de muchas rivalidades entre los Rúrik, como premio más valioso en su búsqueda del poder.

 

 

La edad de oro de la Rus de Kiev comenzó con el reinado de Vladimiro I de Kiev (980-1015), quien convirtió a los rus' al cristianismo ortodoxo. Durante el reinado de su hijo, Yaroslav I el Sabio (1019-1054), la Rus de Kiev alcanzó el apogeo de su desarrollo cultural y su poder militar.16​ Esto fue seguido por la fragmentación del creciente Estado, ya que la importancia relativa de las potencias regionales aumentó de nuevo. Después de un resurgimiento final bajo el reinado de Vladímir II Monómaco (1113-1125) y su hijo Mstislav I de Kiev (1125-1132), la Rus de Kiev finalmente se desintegró en principados separados tras la muerte de Mstislav. 

En los siglos xi y XII, constantes incursiones de las tribus nómadas túrquicas, tales como los pechenegos y los kipchak, motivaron una migración masiva de la población eslava a las regiones más seguras del norte. La invasión mongola del siglo XIII devastó la Rus de Kiev y la ciudad de Kiev fue totalmente destruida en 1240. En el territorio ucraniano, al Estado de la Rus de Kiev lo sucedieron el principado de Galicia y el principado de Volinia que se fusionaron en el principado de Galicia-Volinia. 

En los siglos que siguieron a la invasión mongol, gran parte de Ucrania fue controlada por Lituania (desde el siglo XIV) y, desde la Unión de Lublin (1569), por Polonia

 

 

A mediados del siglo XIV, Casimiro III de Polonia conquistó el principado de Galicia-Volinia, mientras que el corazón de la Rus, incluyendo Kiev, cayó en poder del Gran Ducado de Lituania después de la batalla del río Irpín. Tras la unión de Krewo en 1386, una unión dinástica entre Polonia y Lituania, la mayoría del territorio de Ucrania fue controlada por el Gran Ducado de Lituania. Fue entonces cuando se comenzaron a utilizar las formas latinizadas del vocablo rus, Rutenia y rutenos, para designar a la tierra y al pueblo de Ucrania, respectivamente. 

En 1569, la unión de Lublin formó la República de las Dos Naciones y, como la administración de gran parte del territorio ucraniano se había transferido a la Corona polaca, Rutenia fue anexionada a Polonia. Bajo la presión cultural y política de la polonización gran parte de la clase alta de Rutenia se convirtió al catolicismo y se volvió indistinguible de la nobleza polaca. Así, los plebeyos ucranianos, oprimidos por sus propios líderes entre la nobleza Rutenia, se volvieron aliados de los cosacos, un pueblo nómada del área que continuaban siendo cristianos ortodoxos y que recurrían a acciones violentas contra los que percibían como sus enemigos, en especial el Estado polaco y sus representantes. Asimismo por el sur, el territorio de Crimea fue gobernado por kanes musulmanes aliados o vasallos del Imperio otomano que ejercían influencia desde el sur. 

A mediados del siglo XVII, los cosacos del Dniéper y los campesinos rutenos que aún huían de la servidumbre polaca establecieron un semi-Estado militar cosaco, Zaporozhia. Polonia tenía poco control real de esta tierra y encontró en los cosacos un útil aliado en su lucha contra los turcos y los tártaros; a menudo ambos combatían juntos en campañas militares. Sin embargo, los continuos enfrentamientos entre los campesinos y la nobleza polaca, provocados por la explotación de la mano de obra y la supresión de la Iglesia ortodoxa, hizo que los cosacos dejaran de confiar en el gobierno polaco. Aspiraban a tener un representante en el Sejm de Polonia, el reconocimiento de las tradiciones ortodoxas y la expansión gradual del ejército cosaco, pero la nobleza polaca rechazó todas estas pretensiones. Finalmente, los cosacos acudieron a la protección de la Iglesia ortodoxa de Rusia, una decisión que más adelante causaría la caída del estado polaco-lituano, y la preservación de la Iglesia ortodoxa en Ucrania. 

 

 

En 1648, Bogdán Jmelnitski condujo el levantamiento cosaco más grande contra la República de las Dos Naciones y su soberano Juan II Casimiro Vasa. Tras la firma del Tratado de Pereyáslav de 1654 y la guerra ruso-polaca, la Ucrania del Margen Izquierdo finalmente se incorpora al Zarato moscovita como el Hetmanato cosaco. Conciliadores como Iván Vigovski o Yuri Nemýrych intentaron crear Mancomunidad de Tres Naciones, pero el Tratado de Hadiach en 1658 no cumplió. El intento de crear La Mancomunidad polaco-lituano-ucraniana, al final del siglo XVII había fracasado. Después de las particiones de Polonia al final del siglo XVIII, el Imperio austríaco tomó Galicia, mientras que el resto de Ucrania se fue incorporando progresivamente al Imperio Ruso. 

Desde el principio del siglo XVI hasta el final del XVII, las bandas de tártaros de Crimea hicieron incursiones casi anuales a las tierras agrícolas eslavas buscando cautivos para vender como esclavos, aunque estas cesaron tras la Anexión Rusa del Kanato de Crimea -1783-, cuando la región fue poblada por los emigrantes de otras partes. A pesar de las promesas de autonomía prometidas en el Tratado de Pereyáslav, la élite reinante y los cosacos nunca recibieron las libertades y la autonomía que esperaban de Rusia. Sin embargo, dentro del imperio, varios ucranianos llegaron a las magistraturas más altas del Estado y de la Iglesia ortodoxa rusa. En un periodo posterior, el régimen zarista llevó la política de rusificación a las tierras de Ucrania, se suprimió el uso del idioma ucraniano en forma impresa y pública, en medios de comunicación, discursos y trámites legales. 

Durante la Primera Guerra Mundial Ucrania peleó al lado de la Triple Entente (los nazis), y doscientos cincuenta mil ucranianos lucharon en el Ejército austro-húngaro. Durante la guerra, las autoridades del Imperio austro-húngaro establecieron la Legión de Ucrania para luchar contra el Imperio ruso. Esta legión era la base del ejército ucraniano en Galicia, el cual luchó contra los bolcheviques y polacos en el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial (1919-1923). 

 

 

Con el colapso de los imperios de Rusia y Austria después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa de 1917, reapareció el movimiento nacional ucraniano por la independencia. El 9 de Febrero de 1918, la República Popular Ucraniana firmó su propio Tratado de Brest-Litovsk con las Potencias Centrales en la ciudad de Brest. Entre 1917 y 1920, existieron varios Estados ucranianos autónomos: la República Popular Ucraniana, el Hetmanato, el Directorio de Ucrania y la República Socialista Soviética de Ucrania se establecieron sucesivamente en los antiguos territorios del Imperio ruso; mientras que en el antiguo territorio austro-húngaro surgió la efímera República Popular de Ucrania Occidental. En medio de la guerra civil, un movimiento anarquista, llamado el «Ejército Negro» y dirigido por Néstor Majnó, se desarrolló en el sur de Ucrania. 

El 22 de Enero de 1919, se firmó el Acta de Unificación entre esta y la vecina RPUO. Sin embargo, tras la derrota de la República Popular de Ucrania Occidental en la Guerra polaco-ucraniana y la sucesiva ofensiva de la Rusia Soviética en Ucrania Oriental, en 1920 la República Popular de Ucrania firmó el Tratado de Varsovia con Polonia, aceptando la pérdida de territorios de Ucrania Occidental (hasta el río Zbruch) en favor de la Segunda República Polaca. A la guerra polaco-soviética le siguió el fracaso de la ofensiva polaca, que fue repelida por los bolcheviques, aunque los polacos entraron en Kiev. De acuerdo a la Paz de Riga, rubricada entre los soviéticos y la Segunda República Polaca en Marzo de 1921, Ucrania Occidental se incorporó oficialmente a Polonia, que reconocía a su vez a la RSS de Ucrania, la cual posteriormente fue uno de los miembros fundadores de la Unión Soviética en Diciembre de 1922.​

 

 

La revolución que llevó al poder al partido socialista devastó Ucrania, dejando más de 1,5 millones de muertos y cientos de miles sin hogar, además de que la Ucrania soviética tuvo que enfrentarse a la hambruna de 1921. Viendo a la sociedad exhausta, el gobierno soviético siguió siendo muy flexible durante la década de 1920. Así, la cultura nacional y el idioma ucraniano disfrutaron de un renacimiento, ya que la «cristianización» se convirtió en una aplicación local de la política soviética de la korenización (literalmente «indigenización»). Los bolcheviques también se comprometieron a introducir atención a la salud, educación y seguridad social con múltiples beneficios, así como el derecho al trabajo y a la vivienda. Los derechos de la mujer se incrementaron considerablemente a través de nuevas leyes que pretendían eliminar las desigualdades sociales. La mayoría de estas políticas fueron bruscamente suprimidas a comienzos de la década de 1930, después de que Iósif Stalin gradualmente consolidara su poder para convertirse en el líder del Partido Comunista y en la persona fuerte de la Unión Soviética. 

Hasta ese entonces Ucrania era un territorio quasi tribal, sin producción y sin industria. Desde finales de la década de 1920, Ucrania se vio envuelta en la industrialización soviética y en la década siguiente la producción industrial de la república se cuadruplicó. Aunque la industrialización tuvo un costo alto para los campesinos, que eran demográficamente la columna vertebral de la nación ucraniana. Para satisfacer la demanda de alimentos cada vez mayor del Estado y para financiar la industrialización, Stalin instituyó un programa de colectivización, mediante el cual, el Estado expropiaba las tierras y el ganado de los campesinos y las agrupaba en granjas colectivas, haciendo cumplir esta política por medio de las tropas regulares y la policía secreta. Quienes se resistieron fueron arrestados y deportados, disminuyendo el número de campesinos. Sin embargo, el estado bolchevique siguió demandando la misma producción por lo que al haber menos campesinos, aumentaba la cuota individual de producción de cada uno de ellos, al igual que su miseria. La colectivización tuvo un efecto devastador en la productividad agrícola. Los miembros de las granjas colectivas no podían recibir grano hasta que se hubieran cumplido unas cuotas inalcanzables y el hambre en la Unión Soviética se hizo generalizada. Entre 1932 y 1933, varios millones murieron a causa de una hambruna provocada por esta política, conocida como Holodomor. Los estudiosos aún debaten sobre si esta hambruna puede o no ser considerada como genocidio, pero para el parlamento ucraniano y para más de una docena de países lo fue. 

Los tiempos de industrialización y Holodomor también coincidieron con el asalto soviético a líderes de la política y cultura nacional, a menudo acusados de «desviaciones nacionalistas». Dos olas de represión política estalinista y la persecución en la Unión Soviética (1929-1934 y 1936–1938) dieron lugar a la matanza de alrededor de 681 692 personas; esto incluye cuatro quintas partes de la élite cultural ucraniana y tres cuartas partes de los oficiales de alto mando de todo el Ejército Rojo. 

 

 

Ya en la Segunda Guerra Mundial y tras la invasión de Polonia en Septiembre de 1939, las tropas alemanas y soviéticas se dividieron el territorio polaco. Por lo tanto, Galicia y Volinia con su población ucraniana volvieron a unirse con el resto de Ucrania. La unificación del país, alcanzada por primera vez en su historia, fue un acontecimiento decisivo en la historia de la nación. 

Después de que Francia se rindiera ante Alemania, Rumania había cedido Besarabia y el norte de Bucovina a las demandas de los soviéticos. La RSS de Ucrania había incorporado los distritos del norte y sur de Besarabia, el norte de Bucovina y la región de Hertsa. Sin embargo, cedió la parte occidental de la República Autónoma Socialista Soviética de Moldavia a la recién creada República Socialista Soviética de Moldavia. Todas estas ganancias territoriales fueron reconocidas internacionalmente por los Tratados de Paz de París de 1947.

El ejército alemán invadió la Unión Soviética el 22 de Junio de 1941, iniciando con ello cuatro años de incesante guerra. Durante la ocupación nazi de Ucrania las nuevas autoridades germanas establecieron una administración civil especial, el llamado Reichskommissariat Ukraine, con la idea de colonizar estas tierras para en un futuro incorporarlas a Alemania. Las fuerzas del Eje inicialmente avanzaron contra los esfuerzos desesperados pero infructuosos del Ejército Rojo. En el sitio de Kiev, la ciudad fue aclamada como una «Ciudad Heroica», por la resistencia que ofrecieron tanto el Ejército Rojo como la población local. Más de 600 000 soldados soviéticos (una cuarta parte del frente occidental) murieron o fueron tomados como prisioneros. En esos momentos la Organización de Nacionalistas Ucranianos creó una organización antisoviética en Galicia que lucho junto a los nazis, utilizando tácticas de guerra de guerrillas, los insurgentes asesinaron y atemorizaron a quienes percibían como representantes o aliados del Estado soviético. En la misma época, otro movimiento nacionalista también luchó junto con los nazis, la Organización de Nacionalistas Ucranianos. 

Los alemanes fueron recibidos como libertadores por algunos ucranianos occidentales, que se habían unido a la Unión Soviética apenas en 1939. 

 

 

La gran mayoría de los combates en la Segunda Guerra Mundial tuvieron lugar en el Frente Oriental, y la Alemania nazi sufrió el 93 % de sus bajas aquí. El total de pérdidas infligidas a la población ucraniana durante la guerra se estiman entre cinco y ocho millones, incluyendo más de medio millón de judíos asesinados por el Einsatzgruppen, ayudados por ucranianos colaboracionistas de los nazis.

La RSS de Ucrania fue fuertemente dañada por la guerra, y se necesitaron esfuerzos significativos para su recuperación. Se destruyeron más de 700 ciudades, más de 28 000 pueblos y aldeas y monumentos históricos. La situación fue agravada por una hambruna en los años 1946 y 1947, causadas por la sequía y la ruptura de la infraestructura, la cual tomó decenas de miles de vidas. 

En 1945 Ucrania fue uno de los miembros fundadores de la Organización de las Naciones Unidas. El primer ordenador soviético (MESM) fue construido en el Instituto de Electrotecnología de Kiev y empezó a funcionar en 1950. Según las estadísticas, hasta el 1 de Enero de 1953, el 20 % de todos los deportados por el régimen soviético eran ucranianos, el segundo grupo étnico con más deportaciones después de los rusos. Aparte de los ucranianos, más de 450 000 alemanes residentes en Ucrania y más de 200 000 tártaros de Crimea fueron víctimas de deportaciones forzosas. 

Tras la muerte de Stalin en 1953, Nikita Jrushchov se convirtió en el nuevo líder de la Unión Soviética, siendo Secretario del Partido Comunista de Ucrania entre 1938 y 1949, por lo que ya estaba familiarizado con la política. Cuando ya dirigía toda la Unión, comenzó a estrechar la amistad entre las naciones de Ucrania y Rusia. En 1954, se celebró el 300 aniversario del Tratado de Pereyáslav, y con tal motivo, Crimea fue transferida desde la RSFS de Rusia (Rusia Soviética) a la RSS de Ucrania. 

 

 

En 1950, la república ya había superado plenamente los niveles de industria y producción que tenía antes de la guerra. Durante el plan quinquenal de 1946-1950, casi el 20 % del presupuesto de la Unión Soviética fue invertido en Ucrania, un aumento del 5 % del plan original. Como resultado, la fuerza de trabajo ucraniana aumentó un 33,2 % de 1940 a 1955, mientras que la producción industrial creció 2,2 veces en ese mismo período. La Ucrania soviética pronto se convirtió en líder europeo en la producción industrial. También se convirtió en un importante centro de la industria armamentística y de investigación de alta tecnología. Un papel tan importante como este dio como resultado una gran influencia de la élite local. Además, muchos líderes soviéticos eran originarios de Ucrania, más notablemente Leonid Brézhnev, quien más tarde sucedería a Jrushchov y se convertiría en el líder soviético desde 1964 a 1982, así como muchos deportistas, científicos y artistas prominentes. 

El 26 de Abril de 1986, el reactor 4 de la Central Nuclear de Chernobyl estalló, provocando el desastre de Chernobyl, En el momento del accidente, 7 millones de personas vivían en los territorios contaminados, incluyendo 2,2 millones de ucranianos. Después del accidente, se construyó una nueva ciudad fuera de la zona de exclusión, Slavútych, para albergar y dar apoyo a los empleados de la central nuclear que fue clausurada en el año 2000. Un informe preparado por el Organismo Internacional de Energía Atómica y la OMS atribuyó 56 muertes directas al accidente y se estima que pudieron existir más de 4000 muertes por el cáncer provocado por la radiación. 

 

Reconfiguración del mundo. Los Amos del mundo juegan al ajedrez

Esta impuesto en el imaginario colectivo el hecho de la Caída del Muro de Berlín que marco el inicio del fin del mundo bipolar y de la URSS. Aunque en el Derecho Internacional, en las RRII y en la historia se pone el foco en un hecho muy particular, The Malta Summit 1989 o Conferencia de Malta de 1989

Se realizó a inicios de Diciembre de 1989, y fue un cónclave entre George Bush de USA y Mihail Gorbachev de la URSS; en ese encuentro diseñaron las nuevas fronteras que tendrían los estados europeos y como se darían los acontecimientos geopolíticos en la postrimerías de la caída de la URSS. 

Precisamente en ese mapa trazado por esos líderes mundiales estaba Crimea y Ucrania, la primera iría a Rusia y la última se dividiría en dos. Y Ucrania entregaría todo su arsenal nuclear y todo su armamento y todas sus existencias a USA. 

En definitiva un estado artificial que fue creado por decisiones de líderes mundiales, sería disuelto, aunque con conflictos, guerras, y re-acomodamientos en organismos internacionales. 

 

La independencia que es solo semántica

La Independencia llega finalmente con la desmembración de la URSS, el 16 de Julio de 1990, el nuevo parlamento firmó la Declaración de Soberanía Estatal de Ucrania. La declaración estableció los principios de la libre determinación de la nación ucraniana, su democracia, la independencia política y económica, y la primacía de la ley ucraniana sobre la ley soviética en el territorio ucraniano. Dicha declaración se produjo un mes después de una declaración similar aprobada por el Parlamento de la RSFS de Rusia. Esto comenzó un periodo de enfrentamiento entre el Sóviet Supremo de la Unión Soviética y las nuevas autoridades republicanas. En agosto de 1991, una facción conservadora de los líderes comunistas de la Unión Soviética y del KGB intentaron dar un golpe de estado para eliminar a Mijaíl Gorbachov e impedir la firma del Nuevo Tratado de la Unión que debería reemplazar a la Unión Soviética por una nueva entidad que se llamaría Unión de Estados Soberanos.

Después de que el intento fracasara, el 24 de Agosto de 1991, el parlamento ucraniano aprobó la Declaración de Independencia de Ucrania, en la cual se establece el país como un estado independiente y democrático. El 1 de Diciembre de 1991, tuvieron lugar un referendo y las primeras elecciones presidenciales. Ese día, más del 90 % de los ucranianos expresaron su apoyo a la Declaración de Independencia y eligieron al presidente del parlamento, Leonid Kravchuk, como el primer presidente del país. 

 

 

El 8 de diciembre, los presidentes de la RSS de Bielorrusia, RSS de Rusia y RSS de Ucrania firmaron el Tratado de Belavezha que revocaba el Tratado de Creación de la Unión Soviética y proclamaba la disolución de la Unión Soviética creándose la Comunidad de Estados Independientes (CEI). El 21 de Diciembre de 1991, por los presidentes de 11 de las 15 repúblicas de la Unión Soviética, en la capital de la hasta entonces República Socialista Soviética de Kazajistán, se firmaba el Protocolo de Almá-Atá como parte de la disolución de la URSS. 

El 5 de Diciembre de 1994, en Budapest, Hungría, fue suscrito el Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad que ofrecía garantías de seguridad por parte de sus signatarios con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación Nuclear. El Memorándum fue originalmente suscrito, además de por Ucrania, por tres potencias nucleares: la Federación de Rusia, los Estados Unidos y el Reino Unido. De acuerdo con este documento, Ucrania cedió a Rusia 5.000 bombas nucleares y 220 vehículos de largo alcance necesarios para usarlas, incluyendo 176 misiles balísticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos de gran alcance con capacidad nuclear. 

El 31 de Mayo de 1997, los presidentes de Rusia y Ucrania, Borís Yeltsin y Leonid Kuchma, rubricaron en Kiev el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación entre la Federación de Rusia y Ucrania en el que, entre otras cosas, se declaraba que ambos países «basan sus relaciones en los principios del respeto mutuo, la igualdad soberana, la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras, la solución pacífica de las controversias, la no utilización de la fuerza ni la amenaza de la utilización de la fuerza”. 

Inicialmente, Ucrania fue vista como una república con favorables condiciones económicas en comparación con las demás regiones de la Unión Soviética. Sin embargo, el país experimentó una desaceleración económica más profunda que las otras antiguas repúblicas soviéticas. Durante la recesión vivida entre los años 1991 y 1999, Ucrania perdió el 60 % de su PIB, y sufrió de tasas de inflación de cinco dígitos. Insatisfechos con las condiciones económicas, así como con el crimen y la corrupción, los ucranianos organizaron protestas y huelgas. 

La economía ucraniana se estabilizó a finales de la década de 1990. Una nueva moneda, la grivna, se introdujo en 1996. Desde el año 2000, el país ha disfrutado de un desarrollo económico estable con un crecimiento promedio anual de alrededor del 7 %.78​79​ En 1996, se aprobó una nueva constitución, la cual convirtió a Ucrania en una república semi-presidencialista y estableció un sistema político estable. Sin embargo, el sucesor de Kravchuk, Leonid Kuchma fue criticado por sus opositores por concentrar gran parte del poder en su cargo, además de corrupción, transferencia de propiedad pública a particulares, limitaciones de libertad de expresión y fraude electoral. 

Los sucesos muestran que la historia es pendular y en un cambio de rumbo, Ucrania entrega todos sus bienes a USA y a Europa, pensando que de este modo van a obtener ventajas económicas y ser mas “europeos” olvidando su pasado. En 2004, el primer ministro Viktor Yanukovich fue declarado ganador de las elecciones presidenciales, no obstante mediante artilugios y utilizando a la Corte Suprema de Justicia de Ucrania, Viktor Yúshchenko quiso impugnar los resultados y condujo la protesta. La revolución llevó a Viktor Yúshchenko y a Yulia Timoshenko al poder, y convirtió a Viktor Yanukovich en apartado del poder, violentando el voto popular. Posterior a eso, el 25 de Febrero de 2010, Viktor Yanukovich volvió a ser el presidente de Ucrania, a modo recurrente, le organizaron manifestaciones para derrocarlo, y violentar el voto popular, se creó el EuroMaidan o Revolución . 

 

 

Las protestas de EuroMaidan (en ucraniano: Євромайдан, literalmente ‘) comenzaron en Noviembre de 2013 puesto que el Presidente Viktor Yanukovich, comenzó a rechazar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. y, en su lugar, optó por establecer vínculos más estrechos con Rusia. Algunos ucranianos salieron a la calle para mostrar su apoyo al Acuerdo de asociación con Europa que no perjudicaba los existentes vínculos con Rusia. Con el tiempo, el EuroMaidan llegó a provocar una ola de manifestaciones y disturbios civiles en toda Ucrania, cuyo objetivo era pedir la dimisión del presidente Yanukovich y su gobierno. La violencia se intensificó después de 16 de Enero de 2014, cuando el gobierno aprobó las leyes anti-protesta. Las manifestaciones antigubernamentales fueron aprovechadas por grupos nazis que ocuparon edificios en el centro de Kiev, incluyendo el edificio del Ministerio de Justicia, y llegaron a secuestrar a funcionarios públicos. Los disturbios dejaron 98 muertos y aproximadamente 15 000 heridos y 100 desaparecidos del 18 al 20 de Febrero. Debido a las violentas protestas, el 22 de Febrero los miembros del Parlamento decretaron que el presidente no podía cumplir con sus deberes y ejercieron “poderes constitucionales” para convocar unas elecciones para el 25 de Mayo para elegir a su sustituto. 

Los poderes que controlaban a Ucrania desde Europa instalaron en la presidencia a un desconocido, empresario de una famosa marca de chocolates, Petro Poroshenko, con una plataforma pro Unión Europea. En el momento de su elección, Poroshenko anunció que sus prioridades inmediatas serían tomar medidas contra los disturbios civiles en el este de Ucrania -sector pro ruso- y mejorar las relaciones con Rusia. Geopolíticamente, este suceso supuso el “cambio de bando” del país, pasando de ser un país de la zona de influencia de Rusia y sus aliados a alinearse con el bloque formado por la OTAN, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea. Diversos medios de comunicación han centrado su foco en el conflicto ucraniano como una “Segunda Guerra Fría”, pues el conflicto se habría extendido hasta países como Moldavia y Bielorrusia que, como Ucrania, cuando eran parte de la Unión Soviética estuvieron en conflicto con Estados Unidos en la Guerra Fría. ​

A raíz de la caída del gobierno de Yanukovich, resultante de la revolución artificial de Febrero de 2014, una crisis de secesión comenzó en la península de Crimea, que tiene un número significativo de ciudadanos rusófilos, a la vez que soldados rusos armados, vestidos con uniformes carentes de identificación, comenzaron maniobras en Crimea el 28 de Febrero de 2014. El 1 de Marzo de 2014, el exiliado expresidente ucraniano Viktor Yanukovich pidió a Rusia el uso de fuerzas militares “para establecer la legitimidad, la paz, la ley y el orden, la estabilidad y la defensa de las personas de Ucrania”. El mismo día, el presidente ruso, Vladímir Putin, solicitó y recibió la autorización del Parlamento de Rusia para desplegar tropas rusas en Ucrania y tomado el control de la península de Crimea al día siguiente. Por otra parte, la cercanía de la OTAN fue percibida por la mayoría de los rusos como un peligro para las fronteras de Rusia. Esto pesó en gran medida en la decisión de Moscú de tomar medidas para garantizar su puerto del mar Negro en Crimea.

El 6 de Marzo de 2014, el Parlamento de Crimea aprobó “ingresar en la Federación de Rusia con los derechos de sus miembros” y más tarde llevó a cabo un referéndum en el que se consultó a la población de estas regiones si deseaba unirse a Rusia como estado federado o si prefería restaurar la Constitución de Crimea de 1992 y el estado de Crimea como parte de Ucrania. La primera opción fue aprobada con una abrumadora mayoría. Crimea y Sebastopol declararon formalmente la independencia como la República de Crimea y solicitaron que fueran admitidos como parte de la Federación de Rusia. El 18 de Marzo de 2014, Rusia y Crimea firmaron el Tratado de Anexión de la República de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.

El 27 de Marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 68/262, llamada Integridad territorial de Ucrania, en respuesta a la crisis de Crimea. Aprobada por 100 países, la resolución marcó la decisión de las Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político y el principio de autodeterminación del pueblo de Crimea. 

Mientras tanto, comenzaron disturbios en las regiones del este y del sur de Ucrania. En varias ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk, se organizaron milicias locales, que se apoderaron de los edificios policiales, gubernamentales y de las comisarías de policía especiales en varias ciudades de las regiones. Las conversaciones en Ginebra entre la UE, Rusia, Ucrania y EE. UU. produjeron una Declaración Conjunta Diplomática denominada Pacto de Ginebra de 2014 en el que las partes solicitaron que todas las milicias ilegales depusieran las armas y desalojaran los edificios gubernamentales ocupados, y también establecieran un diálogo político que podría conducir a una mayor autonomía para las regiones de Ucrania. En el inicio de su mandato Petro Poroshenko dijo: “mi primer viaje presidencial será a Donbás” donde los rebeldes prorrusos armados habían declarado la autonomía de las repúblicas separatistas de la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk, y tomado el control de una gran parte de la región. Poroshenko también se comprometió a continuar con las operaciones militares de las fuerzas gubernamentales para poner fin a la insurgencia armada, afirmando que “la operación anti-terrorista no puede y no debe durar dos o tres meses y no tendrá una duración de más de una hora”.

También comparó a los rebeldes prorrusos armados con los piratas somalíes. Poroshenko además solicitó la presencia de intermediarios internacionales en las negociaciones con Rusia. Rusia respondió diciendo que no necesitaba un intermediario en sus relaciones bilaterales con Ucrania. Como presidente electo, Poroshenko prometió perseguir el regreso de Crimea a la soberanía de Ucrania.

Un gran suceso” tras el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania el 17 de Julio de 2014 por misiles antiaéreos, y debido a las circunstancias siguientes, la Cruz Roja de Ucrania consideró que había un estado de guerra civil. Una serie de observadores consideraron la situación socio-política ucraniana establecida en 2014 como propia de un Estado fallido. 

El 8 de Julio de 2014 el Ministerio de Justicia ucraniano solicitó la prohibición del Partido Comunista de Ucrania por “prestar apoyo a los separatistas en el este de Ucrania”. El 24 de Julio el entonces presidente de la Rada Suprema, Oleksandr Turchínov, disolvió la formación parlamentaria del Partido Comunista, tras un cambio de reglamento que lo dejó sin suficientes diputados para constituir un grupo. Turchínov declaró que “espera que nunca más haya grupos comunistas en el Parlamento de Ucrania”. ​

 

 

Invasión Rusa de Ucrania de 2022

En la primavera de 2021, Rusia comenzó a aumentar sus efectivos a lo largo de su frontera con Ucrania. En Febrero Putin reconoció a las Repúblicas de Donetsk y Lugansk como Estados Independientes utilizando el famoso instituto del “Reconocimiento de Estados”. El 22 de febrero de 2022, Putin ordenó a las fuerzas militares rusas que entraran en las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk,bajo un Pacto de “Peace Keeping” 

En respuesta a estas decisiones, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el inicio de “fuertes sanciones financieras de Estados Unidos” contra Rusia y prometió sanciones financieras adicionales en caso de que las tropas rusas crucen Ucrania. 

En la madrugada del 24 de febrero de 2022, el presidente ruso Vladimir Putin anunció una «operación militar especial» para desmilitarizar Ucrania. Más tarde, el gobierno ucraniano anunció que Rusia había tomado el control de Chernobyl. 

El 28 de febrero de 2022, Ucrania solicitó su admisión inmediata en la Unión Europea como respuesta a la invasión.​

 

Constitución que no se cumple 

Con la proclamación de la independencia de Ucrania el 24 de agosto de 1991 y la adopción de una Constitución el 28 de Junio de 1996, Ucrania se convirtió en una república semi-presidencial, sin embargo, en 2004, los diputados introdujeron cambios en la constitución, que inclinó el equilibrio de poder a favor de un sistema parlamentario. De 2004 a 2010, la legitimidad de las enmiendas constitucionales de 2004 significó una sanción oficial, tanto para el Tribunal Constitucional de Ucrania, como para la mayoría de los partidos políticos principales. A pesar de esto, el 30 de Septiembre de 2010, el Tribunal Constitucional dictaminó que las enmiendas eran nulas e inválidas, lo que obligó a volver a los términos de la Constitución de 1996 y nuevamente hizo que el sistema político de Ucrania tuviera un carácter más presidencial.

La decisión sobre las enmiendas constitucionales de 2004 se convirtió en un tema importante del debate político. Gran parte de la preocupación se basaba en el hecho de que ni la Constitución de 1996 ni la Constitución de 2004 permitían “deshacer la Constitución”, como lo hizo la decisión del Tribunal Constitucional. 

 

Relaciones internacionales de un país fallido

Entre 1999 y 2001, Ucrania sirvió como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La RSS de Ucrania se unió a la ONU en 1945 como uno de los miembros originales después de un acuerdo de Occidente con la URSS, en la que se habían solicitado asientos en la ONU para las 15 repúblicas de la Unión Soviética. Ucrania considera que actualmente la integración a la OTAN y a la UE es su objetivo prioritario, sin embargo, su relación con Rusia hasta hace poco siempre ha sido fuerte y debido a esto siempre ha habido dificultades para cualquier trámite. El Acuerdo de Asociación y Cooperación de la Unión Europea con Ucrania entró en vigor el 1 de Marzo de 1998. El 31 de Enero de 1992, Ucrania se unió a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), y el 10 de Marzo de 1992 se convirtió en miembro del Consejo de Cooperación del Atlántico Norte.

Las relaciones entre Ucrania y la OTAN son estrechas y el país ha declarado que tiene gran interés en una afiliación, pero esto se eliminó de la agenda política de Ucrania tras la elección de Viktor Yanukovich como presidente, en 2010. Sin embargo, tras la destitución de Yanukovich en 2014, Ucrania renovó su campaña y actualmente está empleando reformas para ser miembro de la OTAN con un papel al menos -servil-. 

Como corolario podemos afirmar que un país que se creó artificialmente, y luego se intentó controlar para que no represente un riesgo geopolítico, cometió el desatino de hacer “tratos” con Joe Biden, quien es muy bien conocido por traicionar a quienes tratan con él. 

Hoy las potencias por acción y por inacción, dejarán el resultado que un país que nunca existió dejará de existir. 

 

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