“Saltarse la fila no es delito , es inmoral”

Desde comienzo de la pandemia aplaudimos a los empleados de la salud que ponen el cuerpo como verdaderos héroes para enfrentar  el Covid-19. En nuestra provincia aún peor, porque encima lo hacen con un atraso en sus haberes de tres meses, de modo altruista. Pero los aplaudimos solo eso, no los cuidamos, solo los aplaudimos . 

Eso si un trato restrictivo para quien pusiera en peligro la salud del otro, condena social en la opinión pública y hasta detensiones. Murieron algunos compatriotas, vecinos que fueron detenidos por fuerzas del estado de manera escandalosa y aparecieron sin vida como los casos de Luis Espinoza, Florencia Morales, Facundo Castro entre otros .

Aplaudíamos el avión que buscaba las vacunas en Rusia, que salvarían a la población, como si fueran chicos que iban a Malvinas. Luego de todo el esfuerzo de cada uno, donde fuimos golpeado en las libertades individuales garantizadas por la Constitución, el déficit financiero; nos encontramos con que existen sectores de privilegio en nuestra sociedad que padecen una crisis moral, que solo piensan en si, subvencionados por el dinero del pueblo, que se saltan la fila y son minimizados por el propio presidente . 

Alberto Fernández, en su visita a México, expresó ante el auditorio y el pueblo hermano, debido al escándalo de las vacunas vip “saltarse la fila no es delito”, trasmitiendo al público hispano el concepto de degradación moral política que hoy nos atraviesa. Lejos de querer recorrer una asintota, con comportamientos ejemplificadores por parte del gobierno, trasmitimos sin tapujos al mundo como nos sumergimos cada vez más en la inmortalidad deshumanizandonos de forma egoísta como nación. 

No, claro que saltarse la fila no es delito, es inmoral. No toda inmoralidad está incluida en el Código Penal Argentino .

Justificar la vacunación vip, es inhumano, como vender los chocolates en un Kiosco que eran para nuestros héroes de Malvinas. Mientras aplaudíamos a los chicos, ahora a los médicos, que se jugaban la vida por su pueblo, la dirigencia política no escatimó en aprovecharse de la situación para utilizar el poder y usarlo en favoritismos y beneficios personales. 

“ La patria es el otro “ pero el otro que espere, yo me vacuno. “Seamos solidarios y perdamos un poco “pero el salario de funcionario lo cobraron sin atraso y completo con aumento . 

¿Que ejemplo moral nos puede referir un presidente que expresa al mundo abiertamente “saltarse la fila no es delito” ?después de que atormentaron con las cifras de la pandemia a una población que espera una solución y pone la esperanza en una vacuna. Una vacuna que lejos de ser para “todos” es vip. 

La degradación moral en la implementación de políticas públicas es un mal que el pueblo argentino no puede esperar para remediar.