ESCÁNDALO EN CHUBUT
El hecho ocurrió a fines de enero, la denuncia se realizó una semana después y recién trascendió a los medios a casi un mes de ocurrido. Está actuando la justicia pero todavía no hay responsables ni sospechosos.
Se trata de un hecho gravísimo, no sólo por tratarse del hurto de vacunas contra la enfermedad cuya pandemia hace más de un año viene impactado al mundo entero, sino porque se produjo en la zona más afectada por la pandemia en Chubut. Y a eso, hay que agregarle que todavía falta vacunarse más de la mitad del personal sanitario del Hospital comodorense.
Pero más grave aún suena el hecho de que no se dio a conocer la información sino hasta casi un mes después de ocurrido. Se dice que no se informó de inmediato a la prensa porque preferían preservar las investigaciones internas para averiguar cómo y quiénes protagonizaron el hurto.
La denuncia ante la Fiscalía se realizó el 8 de enero, más de una semana después de ocurrida la faltantes de las dosis. Y el Gobierno provincial, a través del ministro de Salud, Fabián Puratich, recién este lunes 15 de febrero, casi un mes después del escandaloso hecho confirmó la denuncia ante la justicia.
Lo cierto es que después de tanto tiempo, todavía no hay rastros de los responsables. Recién el último viernes la fiscal Andrea Rubio se presentó en el Hospital Regional junto a efectivos policiales para recabar datos del hecho: inspeccionó el lugar, recolectó testimonios, y solicitó las filmaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento.
Entonces, con toda legitmidad, cualquiera puede preguntarse ¿por qué se demoró tanto tiempo para hacer la denuncia ante la justicia, no se dio a conocer antes la información, e incluso, si se pretendió proteger a alguien?
Las declaraciones del director del Hospital Regional de Comodoro, Eduardo Wasserman tampoco traen tranquilidad .
“Las vacunas se conservan a unos cien metros del área central del hospital. Es un lugar aparte con entrada propia. Tiene cámaras, alarma. Es un edificio de dos pisos que está dentro del perímetro del hospital. Pero nosotros solo colocamos la vacuna”, se defendió el director ante la consulta desde Infobae.
Contó también que las alarmas no se activaron y los agentes de seguridad del hospital no advirtieron ningún movimiento sospechoso en las salas de refrigeración de las ampollas.
Fuentes de la fiscalía de la ciudad petrolera deslizaron que las sospechas se concentran en personas que tenían acceso y llave de la sala donde se conservan las vacunas.
¿Un hurto "sin sentido"?
Desde el Estado provincial procuraron llevar tranquilidad a la población al señalar que las dosis que faltan no les serían de gran utilidad a quien se apropió indebidamente.
“Las dosis que se llevaron no tendría utilidad para quien se la aplique porque se trata del segundo componente de la vacuna” dijo el ministro Puratich.Y agregó:"al ser las segundas dosis, su aplicación no tendría mucho sentido si esas personas no recibieron las primeras dosis”.
El director del hospital comodorense, Eduardo Wasserman aseguró por su parte que "el tema es complejo. No tiene mucho sentido. Si fue de la segunda dosis, tienen que haber tenido puestas la primera mínimamente. Y sin la primera no sirve" coincidió con el ministro.
Responsabilidades
Lo realmente importante, y es lo que hay que exigir, es el total esclarecimiento de este escandaloso episodio que vuelve a empañar a una institución tan castigada como el Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. Tiene que haber responsables y su correspondiente sanción, tanto para los autores del hurto de las vacunas contra el Covid-19 como de quienes tienen responsabilidad sobre el área en cuestión. Es una situación que no se puede dejar pasar por alto: en el mundo se produjeron muy pocos casos de robo de vacunas, ahora Comodoro integra esa triste lista.
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