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Pandemia: el Gobierno volvió a intimar a las alimenticias para que produzcan al máximo de su capacidad


  • Miércoles, 01 de Julio de 2020

Las empresas calificaron que la resolución de Comercio Interior es "inaplicable" dado que existen numerosas limitaciones productivas establecidas por el escenario que impiden llegar a la capacidad máxima y que tampoco hay una demanda sostenida que provoque exigencias



Junto con la extensión por 60 días del programa de Precios Máximos, la resolución 200/2020 de la secretaría de Comercio Interior renovó la intimación a las empresas que fabrican las 2.000 artículos incluidos a producir al máximo de su capacidad instalada, en un contexto en que los precios no se han actualizado, las empresas atraviesan dificultades de todo tipo y la demanda está lejos de incrementarse, como consecuencia de las restricciones impuestas por el gobierno para enfrentar la pandemia de Covid-19.

La misma resolución que congeló los precios de esos productos hasta el 30 de agosto dispuso: “Intímase a las empresas que forman parte integrante de la cadena de producción, distribución y comercialización de los productos incluidos en los Artículos 1° y 2° de la Resolución Nº 100/20 de la Secretaría de Comercio Interior y sus modificatorias, a incrementar su producción hasta el máximo de su capacidad instalada y a arbitrar las medidas conducentes para asegurar su transporte y provisión durante el período de vigencia de la presente resolución”.

De este modo, la norma extendió lo que ya estaba dispuesto desde el 19 de marzo, buscando evitar que el rechazo al retirado pedido de un ajuste de precios en los alimentos tenga como respuesta el desabastecimiento de los mismos en algunas categorías.

“La norma es inaplicable, ya que siempre es muy difícil llegar al máximo de la capacidad instalada, pero mucho más en este contexto, en el que las empresas no acceden a capital de trabajo, salvo que sea propio, no reciben en ningún caso una demanda fuerte y además no cuentan con todo su personal”, señaló Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal). En promedio, las empresas del sector tienen una deserción del 20 al 30% de su personal por todos aquellos trabajadores exceptuados por integrar grupos de riesgo.

Consultado sobre si hay riesgos de desabastecimiento, explicó que no se han registrado pero que “podrían darse”. Y apuntó a que las causas pasan por la adecuada provisión de insumos, en particular importados, y no por los precios. Las normativas del control de cambios dictadas por el Banco Central focalizadas en las importaciones hicieron mella en ese circuito en diversos sectores. Pese a ello, Funes de Rioja reconoció que “se está mejorando” el acceso a las divisas para los exportadores, en la medida en que el Central fue flexibilizando algunos aspectos de su normativa.

Otro aspecto de la resolución que podría volverse controversial no tiene que ver con la producción de alimentos sino con su distribución. La logística también podría traer dificultades para hacer llegar los alimentos a los 270.000 puntos de venta de todo el país, considerando las demoras y las restricciones que traerán todas las decisiones vinculadas a la cuarentena que hoy comenzaron a implementarse. En ese sentido, la “intimación” oficial también podría volverse difícil de concretar.

El segundo sector con mayor uso de la capacidad instalada fue papel y cartón (59,9%), seguido del rubro alimenticio, con 59,7%, y en cuarto lugar se ubicó el sector de edición e impresión, con una utilización de las instalaciones del 57,6%. En todos los casos, son rubros ligados a las actividades esenciales.

En los considerandos de la resolución que prorrogó los precios máximos y la intimación a producir al máximo de la capacidad instalada, la secretaría de Comercio Interior que conduce Paula Español consideró que se verificaron “aumentos generalizados en el precio de venta de productos tanto de alimentos para la población, así como también, de productos de higiene y cuidado personal; dichos aumentos, por parte de empresas de diversa capacidad económica, resultan irrazonables y no se corresponden con las variaciones recientes de las estructuras de costos de producción”.

Fuente Infobae

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