Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil en tiempos de aislamiento y pandemia

Han pasado más de 30 años desde la Declaración de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, y todavía sigue pendiente lograr el cumplimiento del Artículo 19, que establece que los Estados deben adoptar “todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

Por otro lado, en Argentina, el Código Civil y Comercial de la Nación prohíbe expresamente mediante su Artículo 647 “el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes”. Una legislación que ha sido tomada como modelo en distintos países del mundo donde todavía no se ha incorporado en sus sistemas normativos.

Proteger a los niños de todas las formas de malos tratos y establecer medidas preventivas y de tratamiento al respecto no es sólo una obligación sino una condición necesaria para el acceso de los niños, niñas y adolescentes a los derechos fundamentales.

En un contexto de confinamiento y aislamiento social obligatorio, son ellos los más invisibilizados. Ya no hay niños en las calles, ni en las plazas y ciertamente, han perdido la escuela como lugar donde muchos encuentran escucha, afecto y un espacio protector, además de los contenidos pedagógicos.

Es por ello que es urgente implementar medidas de especial protección contra el maltrato, que tengan en cuenta este escenario donde no tienen acceso al contacto personal ni a factores protectores que tienen las comunidades.

Por otro lado, al pasar más tiempo en los entornos virtuales, niños, niñas y adolescentes pueden estar expuestos en mayor medida a las situaciones de maltrato, abuso y acoso en línea. La falta de contacto personal con sus pares, los puede llevar a que asuman mayores riesgos, como el envío de imágenes sexualizadas. Asimismo, el tiempo sin estructurar que pasan en internet puede exponer a los niños a contenidos potencialmente dañinos y violentos, así como a un mayor riesgo de sufrir ciberacoso.

Es por eso que este 25 de abril tiene un carácter especial, que llama a los adultos –y en especial, a los decisores- a realizar acciones particulares en un contexto extraordinario para atender el interés superior del niño. Un interés superior que debe efectivizarse empezando por cuestionarnos ¿cómo llegamos a niños y adolescentes hoy, en tiempos de Pandemia?, ¿Qué mecanismos tiene el sistema de protección integral de Niñez, Adolescencia y Familia para detectar vulneraciones a los derechos consagrados en la CDN?

Hoy, esto es un desafío al que debemos responder.