GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA
La gravísima situación política, social y de quiebre institucional que atraviesa el hermano Estado Plurinacional de Bolivia, donde asistimos a la interrupción forzosa y violenta de un mandato constitucional, motiva nuestro más enérgico rechazo y preocupación.
Por Departamento de Ciencia Política de la FHCS - UNPSJB
La renuncia del presidente Evo Morales -reelecto democráticamente escasos días atrás-, del vicepresidente y toda su línea de sucesión, exigidas por las fuerzas armadas de su país, constituye sin dudas un golpe de estado que repudiamos y que enciende nuevamente una alarma en América Latina.
Estos hechos tienen casi todos los rasgos de los golpes de Estado cívico-militares que históricamente asolaron a nuestro continente y que creíamos ya superados: la pretensión de las Fuerzas Armadas y de seguridad de tutelar la vida democrática de los paises, presiones mediáticas y de sectores concentrados de la economía sobre gobiernos constitucionales, silencio o connivencia de sectores del poder judicial, persecución política (sobre funcionarios gubernamentales, dirigentes y simpatizantes), intolerancia social y claras sospechas de injerencia de potencias o intereses extranjeros sobre la libre determinación de los pueblos.
En Bolivia se suman además niveles inusitados de odio racial y una violencia social exacerbada en las calles, atentos a la integridad de personas y bienes en el marco de una persecución política, posibles merced al "autoacuartelamiento" policial que junto con la forzada acefalia gubernamental, sumen al país en la anarquía y total ausencia de Estado de Derecho, extremo que sectores ligados al golpe pretenden justificar apelando a simbología religiosa y a consignas racistas contra los pueblos originarios. En este contexto no se debe ignorar la disputa geopolítica y económica por el control de los recursos naturales de la región, tales como el litio, el gas y el petróleo. Estos hechos remiten a las etapas más oscuras de nuestra historia, retrotrayendo a sectores de la sociedad a niveles de insensibilidad y deshumanización que creíamos superados.
Desde nuestro lugar de cuerpo colegiado integrante de la Universidad nacional, pública, laica, gratuita, inclusiva, democrática, latinoamericanista y comprometida con los derechos humanos, expresamos nuestra solidaridad al Pueblo hermano de Bolivia y llamamos al cese inmediato de la violencia, la persecución y el racismo. Instamos a los actores políticos y sociales del Estado Plurinacional de Bolivia a retomar la vía democrática y constitucio-
nal para la resolución pacífica de la crisis y el encauzamiento institucional del país, y a la dirigencia de los países de América latina a apoyar el camino de la paz rechazando toda injerencia extranjera sobre la soberanía de los Pueblos, así como cualquier tentativa de tutelaje sobre la vida interna de los mismos por parte de fuerzas armadas, grupos de presión o cualquier actor ajeno a los canales legales establecidos.
Bregamos por una salida electoral libre en que los ciudadanos de Bolivia vuelvan a ser los artífices del destino de su Patria, y llamamos a la comunidad argentina y de la región a la reflexión acerca del valor de la democracia. NUNCA MÁS golpes de Estado en nuestro continente.
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