Hay encuentros en los que los principales hombres de negocios afirman estar “desencantados” con Mauricio Macri y “aterrados” con Cristina Kirchner.
Inflación. Recesión. Caída del consumo. Aumento del dólar. Son todas manifestaciones de un problema mayor y profundo que enfrenta ahora la economía argentina. Para Wall Street, la cuestión se focaliza en esto: “Crisis de confianza” sobre el gobierno.
La visión obedece a que los inversores perciben que la Casa Rosada está confundida sobre la forma de resolver los problemas y que tampoco tiene la fuerza política para imponer sus ideas. Sostienen que el Banco Central está entregado a los criterios del FMI, que limitaron los márgenes de acción del Gobierno. Pero en Manhattan también critican fuerte a la llamada oposición racional. Por la ausencia de planes alternativos viables y la incapacidad -hasta ahora- de armar propuestas electorales atractivas para la sociedad.
Encima, miran con estupor que Cristina tenga fuertes chances electorales. La ex presidenta mejoró en las encuestas y sus ideas centrales serían volver a una caduca propuesta económica. Este diagnóstico se encuentra en los últimos documentos de Wall Street. Morgan Stanley y también de Goldman Sachs los emitieron con crudeza.
En todos los casos existe un reconocimiento a lo ocurrido en la última primavera: afirman que sin el acuerdo del Fondo que negoció Nicolás Dujovne, la economía hubiera entrado en un fuerte deterioro y podría haber terminado en hiperinflación.
Pero hablan mal de Christine Lagarde y Roberto Cardarelli, porque maniataron el accionar del Banco Central. También, del equipo que aceptó los duros condicionamientos del FMI. Insisten en que el programa es exuberante en su apoyo financiero, pero muy pobre técnicamente y expone al BCRA a los caprichos del mercado. El prudente Ricardo Arriazu lo dijo así: “La banda cambiaria es un adefesio y diabólica”. También el problema central de la ausencia de confianza surgió en las charlas privadas del Council of the Americas. Las multis de EE.UU -vinculadas a la actividad productiva- están fastidiadas por la caída de la actividad y la falta horizonte de la economía. En los últimos encuentros que coordinó Susan Segal se habló también de la crisis de confianza que existe sobre la Argentina.
En esos herméticos encuentros participan los principales hombres de negocios de la Argentina. Afirman estar “desencantados” con Mauricio Macri y “aterrados” con Cristina. También que -por ahora- no ven conformada la opción electoral de Roberto Lavagna o Sergio Massa. De esos encuentros trascendió la información confidencial de que Macri estaría negociando con la Reserva Federal un nuevo préstamo directo y especial por 20.000 millones de dólares. Se trata de una cifra clave: la que falta para cerrar los pagos externos previstos en el 2020. Ese hueco le pone mucho ruido al mercado. La versión fue alentada -marketing puro- por voceros de la Casa Rosada en las últimas semanas.
Decían que se buscaba ese respaldo directo de Donald Trump con otro objetivo: responder precisamente a la actual “crisis de confianza”. Clarín pudo confirmar en Washington que ese préstamo no está ahora en negociación. En los encuentros que Marcos Peña organiza con hombres de negocios, un banquero se lo preguntó directo. Dujovne fue claro al responder: “No hay nada de eso. Toda la ayuda de dinero se canalizó a través del FMI”. Fuente: Clarín
Dejanos tu comentario
Su comentario estará disponible a la brevedad.